Pendientes de Cactus
Simbolismo
Aretes de Jade Cactus
De las Colecciones “Cultura Mexicana” y "Joyería Inspirada en la Naturaleza"
Elaborados en plata de ley 925 y adornados con piedra de jade natural, los Aretes de Cactus honran el simbolismo perdurable del nopal; una planta sagrada arraigada tanto en la tierra como en el alma de México.
Estos aretes hacen eco de la visión fundadora de Tenochtitlan: un águila posada sobre un cactus, agarrando una serpiente; Un poderoso símbolo que llevó a los mexicas a construir su ciudad. Las piedras de jade reflejan resiliencia, arraigo y el fuego mítico del pasado azteca.
Úselas como un tributo a la fortaleza a través de la herencia y al desafío silencioso de crecer donde otros fracasan.
MATERIALES
Elaborado a Mano con Plata de Ley 925 sólida y Jade Natural
Preservación cultural
Cada compra empodera a los artesanos mayas locales, fomentando la colaboración comunitaria y preservando la artesanía tradicional. Al elegir Tikalkun Jewelry, impulsa las economías locales y preserva un rico patrimonio cultural.
¿Qué son las ediciones de temporada?
Cada pieza comienza en las manos de un artesano originario.
Creamos en pequeñas ediciones intencionales — no para limitar, sino para honrar.
Honrar el oficio. Honrar la tierra. Honrar al pueblo.
Porque lo sagrado nunca debe producirse en masa.
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Artesanía
En Tikalkun, cada pieza es un ritual: un homenaje a las antiguas civilizaciones que moldearon nuestro mundo. No solo elaboramos joyería; traducimos símbolos sagrados a la plata: símbolos de poder, sabiduría y transformación que aún resuenan a través del tiempo. Cada diseño comienza con una búsqueda. Tikal, nuestro fundador y joyero, se adentra en la iconografía mesoamericana hasta encontrar un símbolo que llama a renacer. Con herramientas modernas como el modelado 3D y manos guiadas por la reverencia, moldeamos cada pieza como un puente entre el pasado y el presente. Somos una familia que trabaja con el corazón y el alma. Cada detalle se maneja con cuidado, cada línea se dibuja con respeto. No hay prisa, no hay producción en masa: solo piezas que llevan el aliento de civilizaciones que consideraban la vida sagrada.
Tikalkun no sigue modas. Honra la memoria. Porque algunos usan joyas, pero otros llevan un legado.
